Lo habremos oído hasta la saciedad y quizás de tanto escucharlo, el verdadero significado de esta expresión haya quedado diluido... Muchas veces renovar un espacio es el primer, y siempre decisivo, paso para darle una nueva vida a una tienda; a una marca o a una cadena. Así es como lo ha visto la franquicia de moda íntima de origen francés Etam, actuando en consecuencia, y cómo nos lo ha querido enseñar.
Cuando Beatriz Valiente, responsable de Comunicación de la cadena de tiendas Etam, nos invitó a conocer la nueva imagen de los establecimientos, no éramos conscientes de que el cambio sería tan profundo partiendo de lo sutil: modificar el espacio. Fue cruzar la puerta del establecimiento Etam, ubicado en el centro comercial de L'illa, en Barcelona, y percatarnos con rapidez de que algo sustancial había cambiado: el espacio. El establecimiento que se abría ante nuestros ojos se vestía de los pequeños detalles, apenas imperceptibles, pero visibles: luminosidad y amplitud de espacio para mostrar un producto sexi y atrevido con todo tipo de referencias y en un entorno de blancos y negros, dando como resultado una tienda acogedora y, lo más importante, moderna.
Sin embargo este concepto, que ahora destacaba de forma natural, no hacía mucho tiempo que pasaba desapercibido ¿Por qué? "No sabemos muy bien por qué pero la idea que tenía el público de Etam estaba muy lejos de la realidad: poco moderna en sus colecciones, cuando somos una marca que innova, que cada tenporada lanza novedades con productos que conjugan moda e innovación para la mujer", nos comentó Beatriz Valiente.
No cuesta mucho darse cuenta que la clave de la nueva imagen de Etam está en haber sabido tocar las teclas correctas en el momento justo, consiguiendo erradicar ese concepto trasnochado con el que se asociaba a la marca. El resultado es que ahora en sus establecimientos su producto destaca por encima del entorno, potenciando su compra. Si el producto se ve, gusta y se toca más posibilidad hay de atraer una compra por impulso, además de la necesaria.
Hablamos de Etam pero podríamos hacerlo de cualquier otra franquicia de moda con trayectoria reconocida y sólida pero capaz de renovarse para dar un empuje a su concepto y captar nueva clientela. A veces, es necesario despeinarse para volver a encontrar un camino.