Andrés Casanova tiene dos franquicias Granier en Valencia y ya trabaja con la marca para implantarla también en Baleares. Una firme y convencida apuesta de este emprendedor por esta cadena de panaderías que triunfa tanto en España como fuera de nuestras fronteras.
Para Andrés Casanova, “la franquicia Granier ha desarrollado un modelo de negocio que realmente funciona. Está plenamente consolidada, ofrece un retorno de la inversión y rentabilidad razonables y un proyecto sólido, estable y duradero”. Así habla este emprendedor valenciano de 46 años de la cadena de panaderías que más triunfa en el mercado español. Son ya más de 160 franquicias en España. Y el éxito de Granier llega también al mercado internacional. Triunfos y más triunfos. Andrés Casanova nos destaca las claves del negocio.
El franquiciado...
Andrés Casanova Beltrán es, desde 2012, franquiciado de Granier. Este valenciano de 46 años, que estudió ciencias empresariales y económicas en la Universidad de Valencia, se dedicaba a la promoción inmobiliaria y desarrollos urbanísticos hasta que se unió a Granier hace ya un par de años. “La primera tienda la inauguramos en julio del año 2012 en la calle San Vicente nº 85 de Valencia. La segunda tienda justo un año después, también en Valencia, en la calle Abadía de San Martín, esquina calle San Vicente. Ahora, trabajo en el desarrollo del proyecto Granier en Baleares junto a un socio”, detalla Andrés. Tras este tiempo trabajando mano a mano con Granier, sus objetivos se han visto más que cumplidos. “¡Sin duda!”, exclama.
Por qué escogió Granier...
“Quería encontrar un modelo de negocio que me ofreciera la posibilidad de desarrollar un proyecto a largo plazo. Algo que no fuera pasajero, que no pasara de moda. El sector de las panaderías, al tratar un bien de primera necesidad, me proporciona la estabilidad que estaba buscando”. Ésta fue la principal razón por la que Andrés se interesó por Granier.
Y tras conocer a fondo la marca, ya no tuvo dudas: “Lo primero que me llamó la atención fue el producto, la gran variedad de referencias de pan y bollería que se ofrecían en los expositores de las tiendas así como su calidad. En los establecimientos Granier elaboramos hasta 65 especialidades diferentes de pan. El precio también me resultó muy atractivo y ajustado al entorno actual”, detalla.
Qué se necesita para abrir una franquicia Granier...
Para poner en marcha la franquicia, Andrés invirtió en torno a 200.000 euros por establecimiento, impuestos incluidos. GRANIER ofrece también modelos de tienda algo más pequeños, con despacho de pan y obrador integrado, desde 90.000 euros.
En cuanto al local, el de la calle San Vicente tiene 170 m2 y el de Abadía de San Martín, 110. En la actualidad GRANIER dispone de diferentes modelos de tienda. Las pequeñas con despacho de pan y obrador integrado, a partir de 60 m2, o las tiendas grandes con cafetería, como las de Andrés. Las ubicaciones ideales son avenidas principales y calles con elevado tránsito de gente.
El personal requerido depende del tamaño y volumen de facturación de cada establecimiento. “Actualmente, mis tiendas ofrecen empleo a 20 personas”, destaca Andrés.
El soporte y la ayuda del franquiciador
De la ayuda y soporte que los franquiciados reciben del franquiciador, Andrés destaca “sin duda, la gran implicación, que desde el inicio del proyecto ofrece la franquicia”.
La Central está junto a cada uno de sus franquiciados desde el principio: “En primer lugar, la ayuda en la elección del local más indicado y su adecuación para la actividad. También la asistencia en la selección y formación del personal y la puesta en marcha de la tienda con los equipos de apertura. Posteriormente, una vez iniciada la actividad, la preocupación por el funcionamiento de las tiendas y el compromiso firme con la calidad, la constante investigación y desarrollo de nuevos productos”, detalla Andrés.
El día a día del negocio
Andrés nos cuenta cómo es un día en una franquicia Granier: “La actividad diaria comienza temprano, en el obrador, a las 4:30 de la mañana, cuando el panadero principal elabora el pan y la bollería. A las 6:30 empieza la jornada laboral de las dependientas del turno de la mañana con el montaje del producto en los expositores. A las 7 abrimos al público. El turno de la tarde se encarga de rellenar los lineales, mientras el segundo panadero prepara el pan y la bollería que, tras fermentar toda la noche, estará dispuesta para cocerse la madrugada siguiente. A las 9 de la noche cerramos las tiendas y las chicas limpian y lo disponen todo para la nueva a apertura. Mi dedicación en las tiendas es plena, no realizo otra actividad. Consiste en la supervisión del funcionamiento global de los establecimientos. Presto especial atención a las necesidades y funcionamiento del personal y a la calidad de los productos y servicios que ofrecemos”.
Las claves del negocio y el objetivo de seguir creciendo
El éxito de Andrés con Granier es claro y para él, el secreto del éxito de Granier es “el equilibrio entre oferta, calidad y precio. GRANIER ha llevado el modelo de panadería artesana a los tiempos actuales, dinamizando los puntos de venta y consiguiendo ofrecer una amplia variedad de productos tradicionales con una calidad excelente y un precio muy ajustado a las condiciones de mercado”, describe. Ahora, Andrés quiere seguir creciendo junto a la marca. “Actualmente estoy buscando nuevas ubicaciones para abrir más establecimientos en Valencia. Paralelamente, con el apoyo de la franquicia, y junto a un socio local, estamos empezando a desarrollar el proyecto en las Islas Baleares y tengo la esperanza que nuestro esfuerzo dé como resultado la apertura de la primera tienda en Palma de Mallorca”.