Arantza Pardo llevaba 21 años trabajando en la cooperativa Eroski cuando decidió dar un paso más y convertirse en franquiciada de la marca. En noviembre de 2013, Arantza abrió su propio supermercado Eroski en Gasteiz. no tiene dudas de que ha acertado en su inversión y que su formato de tienda solo puede cosechar éxitos.
"Siempre había soñado con tener mi propio supermercado”. Era el deseo de Arantza Pardo, que con 46 años y tras 21 trabajando como jefe de ventas de los supermercados Eroski Center en Gasteiz (Araba), ha montado su propia tienda de la marca. “Es el único negocio que estaba dispuesta a emprender y por el único por el que estaba dispuesta a ‘dejar’ la cooperativa, de la que soy socia desde 1993”, explica la ya franquiciada de Eroski.
El pasado mes de noviembre, Arantza invirtió más de 300.000 euros en poner en marcha una tienda Eroski City en Gasteiz en un local de unos 500 metros cuadrados, ubicado en una muy buena zona. De hecho, fue la primera franquiciada en estrenar el nuevo modelo de tienda de la marca, Eroski Contigo, con el que la cooperativa ha apostado por la cercanía con el cliente, el autoservicio, los productos frescos y la eficiencia energética.
“Repito que es el único negocio que estaba dispuesta a emprender, de la mano de Eroski, conozco y comparto su política, sus valores inherentes cooperativistas, su compromiso con el entorno en el que opera, con el cliente, es fiel a sus valores. Hablamos de una marca de calidad, altamente reconocida. También tienen un gran compromiso con el desarrollo sostenible y muchas iniciativas sociales”, detalla la franquiciada.
Arantza tiene una gran experiencia en el sector de la distribución. 21 años trabajando en ello la han convertido en una profesional. “Es el sector que domino, en el que llevo trabajando toda mi trayectoria profesional, el que me gusta y con el que disfruto. Los diferentes puestos que he ocupado en la cooperativa siempre han estado estrechamente ligados al punto de venta”, detalla. Y ahora, al frente de su franquicia, Arantza disfruta de unas jornadas “intensas y muy largas”. Nos lo cuenta: “Mi papel principal es el de organizar y controlar lo necesario para que el negocio ofrezca una puesta a punto 10.
Los pedidos, la gama, garantizar que se realizan los procesos necesarios para que todo funcione, supervisar y corregir el trabajo de tu equipo... Por supuesto, también tareas operativas, reponer, cobrar en caja, la atención al cliente, atender y gestionar las peticiones de nuestros clientes... pero siempre contando con el tiempo necesario para poder analizar las diferentes variables de resultados de cara a poder corregir, modificar...”.
Un día a día intenso pero Arantza lo tiene claro: “Mi dedicación es total, sin horario fijo, en función de la carga de trabajo por días de la semana pero opino que el propietario tiene que estar en el punto de venta para garantizar que las cosas funcionan y para conocer la realidad de su negocio, y más un negocio como el mío, que acaba de arrancar. Tienes que conocer las carencias de todo tu equipo y dotarles de lo necesario para que las cosas funcionen siempre, esté o no esté el propietario, y eso hay que cultivarlo. Es importante contar con una persona referente para el equipo cuando el propietario no está, formada e implicada, y que el equipo le vea como un verdadero referente, y eso también hay que cultivarlo”.
La franquiciada se concentra ahora en hacer de su franquicia un negocio de éxito que le ofrezca tranquilidad para ella y para su familia. “Me encantaría poder vivir la experiencia de poder poner en marcha otra franquicia Eroski. Quién sabe, igual antes de jubilarme pongo en marcha más de una, ojalá, ya que la experiencia ha sido impresionante. Si pudiera echar marcha atrás, ¡repetiría sin duda!”