A principios de 2014, Alquiler Protegido comenzó su actividad como franquiciadora, debido a una fuerte demanda de propietarios, repartidos por todo el territorio nacional, y a un interés incipiente en la fórmula de su éxito por parte de inmobiliarias que buscan reciclarse y de personas que desean autoemplearse.
Alquiler Protegido, empresa recientemente galardonada con el Premio El Suplemento 2015 de Crecimiento Empresarial, ha inaugurado un centro franquiciado en la capital de Murcia. La nueva oficina de Alquiler Protegido se sitúa en la Plaza de Martínez Tornel, número 1 (antiguo Hotel Victoria), en pleno corazón de la ciudad, en una zona estratégicamente comercial, financiera y también residencial donde las principales marcas han emplazado sus tiendas y se ubican los dos centros comerciales El Corte Inglés de la ciudad. En palabras de Ion Mikel Larregui, gerente de la oficina, “existe una amplia oferta de alquileres en Murcia y no hay nadie que ofrezca un seguro tan completo como el de Alquiler Protegido. Nuestra acción comercial cubrirá toda la ciudad”.
Fundada en septiembre de 2010, Alquiler Protegido constituye una empresa pionera y eficaz en el sector del alquiler de inmuebles en España, especializada en la protección integral al propietario a través de unas coberturas y garantías únicas en el mercado. En la actualidad, cuenta con siete centros propios en Madrid capital y su comunidad.
Expansión en franquicia
En apenas un año, la enseña suma un total de 14 centros franquiciados repartidos por toda la geografía española: Parla (Madrid), Alcorcón (Madrid), Getafe (Madrid), Málaga, Fuengirola (Málaga), Granada, Las Rozas (Madrid) y Murcia, además de Tenerife, Móstoles (Madrid) y cuatro nuevos centros en Madrid capital, que abrirán sus puertas entre los meses de mayo y junio de 2015.
Alquiler Protegido realiza la búsqueda del inquilino ideal –analizando su solvencia para ofrecer al propietario confianza y tranquilidad– y logra arrendar cada inmueble en un plazo aproximado de 15 días. Y lo más importante: garantiza al propietario el cobro de todas y cada una de las rentas y, si se diera el caso, tramita el desahucio del inquilino e indemniza al arrendador los posibles destrozos o actos vandálicos.