La franquicia de supermercados Charter es una excelente fórmula de autoempleo y un negocio ideal para una gestión directa o familiar, ya que se puede instalar en todo tipo de localidades.
Lo bueno de los supermercados de la franquicia Charter es que tienen un enfoque familiar, entre 200 y 600 metros de sala de venta, enfocado a un comercio de proximidad. Su fuerza se basa en el producto fresco con servicio diario integrado – corte, envasado, congelados,... y en la amplia gama de productos de lineal apoyados por una excelente marca propia Consum de prestigio reconocido. Para que funcionen bien deben estar situados en zonas urbanas con una alta densidad de población, en poblaciones de hasta 2.500 habitantes, separadas de los grandes núcleos urbanos. El local debe de estar situado, preferentemente, en el centro de la población, para ofrecer proximidad al cliente y nunca en las afueras o nudos de comunicación. A parte de la inversión, no hay canon de entrada ni royalty y el franquiciado recibirá el apoyo semanal del responsable de la zona de Charter para ayudarle a diseñar las actuaciones concretas que garanticen el éxito del negocio.