La nueva enseña, especializada en mariscos y pescaíto frito, ha abierto su primer establecimientos en Málaga.
La familia Conde, propietaria de la marisquería malagueña Sal Gorda ha lanzado una nueva franquicia de restauración basadao en los mariscos y el 'pescaíto frito', Sal Fina. La nueva enseña ha abierto ya su primer establecimientos en Torremolinos, Málaga, aprovechando los más de 30 años de experiencia de sus propietarios en este sector, y pretenden inaugurar cuatro restaurantes más en el plazo de un año.
El primer establecimiento Sal Fina dispone de 120 m2 además de una terraza de 20m2 que dan capacidad para unos 120 comensales. La inversión ronda y los 132.000 euros y el objetivo de la cadena es ofertar el masrisco y pescado a un amplio segmento de población a precios muy competitivos, sin renunciar a la calidad de su oferta.
Agencia Efe. Octubre 2002