La mediación y el arbitraje, la vía por la que la AEF apuesta para la resolución de conflicto en el sector de la franquicia.
Desde hace ya algunos años, en la AEF ha existido un interés real por adentrarnos en el mundo del arbitraje, como una fórmula alternativa a la justicia ordinaria de resolver posibles conflictos, al
tratarse de un sistema más ágil, rápido y que permite llegar a una decisión −denominada laudo− que es firme, definitiva y de obligado cumplimiento para las partes, sin que esa sentencia se pueda
recurrir.
No obstante, conviene matizar que la franquicia no es un sistema de negocio especialmente problemático en cuanto a que se produzcan situaciones de conflicto entre franquiciador y franquiciado, más bien al contrario, pero siempre hay que tener instrumentos previstos para resolverlas en caso de que se generen. Por eso, conscientes de la lentitud de la justicia tradicional para llegar a una sentencia final, que puede alargarse durante años, nos hemos ido acercando a la mediación y el arbitraje, con paso firme y decidido.
De esta manera, tenemos firmado un acuerdo con el Centro de Arbitraje y Mediación de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), con el objetivo de impulsar la mediación y el arbitraje internacional entre los franquiciadores y las master franquicias y ponerles a su disposición un instrumento eficaz para promover la seguridad jurídica en los contratos internacionales. Con esta alianza, queremos dejar patente que nuestra preocupación por un tema como el del arbitraje va más allá del ámbito nacional.
Asimismo, recientemente hemos organizado, conjuntamente con la Asociación Europea de Arbitraje, el primer ciclo de jornadas “Empresa y Arbitraje en el Sector Franquicias”, en el que pudimos
constatar el interés creciente que existe por esta alternativa, en relación con nuestro sistema de comercialización empresarial. En este foro se lanzó una interesante pregunta: el contrato de franquicia y el arbitraje, ¿condenados a entenderse? Ante las ventajas que supone acogerse a esta fórmula, en cuanto a la rapidez de la resolución, poder nombrar árbitros expertos en la materia o que son laudos ejecutables, con el único pero de unos honorarios altos, que sin embargo a la larga el arbitraje resulta hasta más económico que la justicia ordinaria, la respuesta es afirmativa y en ese sentido estamos trabajando.