En los últimos años con el avance de las tecnologías estamos sufriendo un proceso de cambio en los hábitos de compra de los consumidores. De igual manera la tecnología está ayudando a conocer de una forma científica qué nos impulsa a comprar y cómo se toman dichas decisiones. ¿Sabías que el olfato e slo que más incita a visitar y permanecer en un establecimiento?
Los avances científicos en el campo de la neurociencia han permitido conocer con precisión que es lo qué hace a un cliente tomar la decisión de compra. Según numerosos estudios, y en contra de lo que nosotros mismos pensamos como consumidores, las decisiones de compra se toman de forma irracional, las toma nuestro cerebro por nosotros y a pesar de que nosotros nos consideramos racionales y nada impulsivos, es nuestra razón la que trata de justificarnos, buscando una excusa racional a nuestros impulsos.
Somos impulsivos en las compras y, aunque el consumidor de hoy en día precisa cada vez menos de la información en el punto de venta ya que previamente ha realizado su propio estudio de mercado en internet, necesita ir al establecimiento para comprobar ciertos aspectos que resultarán determinantes en la decisión final y son los que han de seducir al cliente. Muchos necesitan ir al comercio para ver, oler, tocar, oír, probar aquello que ha investigado por internet. Aquí es donde entra en juego el olfato: el sentido más poderoso y determinante en conseguir una disposición adecuada hacia la compra, es muy importante acertar en la propuesta olfativa ya que afecta directamente en las ventas del establecimiento. Está comprobado que compramos mucho más cuando estamos tranquilos, cómodos y felices. Ahora pues, los comercios tienen que lograr ese clima agradable que hace que de forma impulsiva el cliente compre. El entorno que se cree es fundamental para conseguir ese clima, la música, las luces, los aromas, los colores todo es determinante para conseguir una venta y por ello hay que tener una estrategia clara de que es lo que queremos crear. Todo los elementos utilizado deben ir en consonancia con nuestro producto, nuestro cliente habitual y el mensaje que queremos transmitir.
La estrategia olfativa es, por tanto, fundamental. Forma parte del marketing sensorial del establecimiento y hay que adecuarlo a comercios grandes y pequeños, a tiendas de golosinas o de moda. Ahí radica sus buenos resultados ya que no es lo mismo poner un ambientador que aromatizar y es necesario comprender el negocio de cada cliente para saber que tipo de acción olfativa será la adecuada. ¿Estás preparado para atrapar clientes?