Abonará la deuda que mantiene con 500 acreedores, entre los que se encuentra Retevisión, en un tiempo máximo de 35 meses y con distintas cadencias y calendarios.
La compañía de telecomunicaciones Aló acaba de recibir un balón de oxigeno para afrontar la deuda que arrastra y que le ha llevado a la suspensión de pagos.
El grupo tiene posibilidades de salir adelante, teniendo en cuenta que sus activos son superiores a los pasivos en más de 22 millones de euros, según fuentes cercanas al proceso de suspensión de pagos, que se sigue en el juzgado de Primera Instancia número 55 de Madrid.
Pago de deudas
El último informe de la tesorería apunta que la insolvencia de la empresa se debía a un problema provisional de tesorería.Aló está tratando de llegar a acuerdos con la mayoría de sus acreedores, ofreciéndoles distintas fórmulas de cobro de las deudas que planea pagar íntegramente.
La condición es que el pago se realizará con distintas cadencias y calendarios, con un máximo de 35 meses. Según fuentes del mercado, entre las propuestas también figura el desembolso de esas deudas en forma de servicios a lo largo de ese periodo.
Aló es uno de los principales operadores que se lanzaron a competir con Telefónica cuando el mercado se liberalizó, a finales de 1998. La compañía facturó 48 millones de euros en 2001 y está controlada por directivos y empleados, con un 70% por ciento del capital. Como otras empresas del sector, en la segunda mitad de 2002, la fuerte competencia, la quiebra de su socio internacional (RSL) y la debilidad del mercado llevaron a Aló a suspender pagos.
Redaccion. Marzo 2003