El crecimiento de la cadena de lavanderías autoservicio domóticas Buga dry en el mercado se debe a debe a las ventajas que aporta al franquiciado.
Buga dry ha creado un concepto diferente, un negocio de lavandería autoservicio que une imagen y tecnología. “Mientras el cliente realiza su colada puede navegar por Internet, ver una película, tomarse un café o un refresco. Somos pioneros en este concepto. Y todas nuestras instalaciones son domotizadas, lo que hace que nuestros franquiciados tengan un control total de su centro en cualquier momento sin necesidad presencial”, explica Manuel Cívico, su director de Expansión. “En Buga dry creamos espacios pensando en los clientes, locales cómodos, amplios, cálidos y acogedores. Diseñamos lavanderías pensando en la gente”.
Un negocio ideado para el cliente y también para que el franquiciado obtenga una alta rentabilidad con una sencilla gestión. “Buscamos emprendedores que quieran un negocio con gran flexibilidad horaria y que requiera muy poca dedicación, ya que Buga dry es un negocio desasistido, sus instalaciones domotizadas hacen que nuestros franquiciados controlen su centro sin estar en él”, explica Manuel. Y es que Buga dry cuenta en sus franquicias con un sistema único creado específicamente para lavanderías autoservicio que permite una gestión total del negocio a distancia desde cualquier móvil, tablet u ordenador.
Además, la cadena cuenta con maquinaria del fabricante líder en el mercado mundial, con el que tiene ventajosos acuerdos y un servicio técnico excelente en todo el territorio. A esto se une el uso de los mejores detergentes, que aseguran un resultado óptimo en todos los servicios, y la utilización de energías renovables, convirtiéndose así en una franquicia respetuosa con el medio ambiente.
El franquiciado de la marca recibe una asistencia total desde el principio, con la elección del mejor local, la ubicación más idónea y el diseño personalizado del establecimiento. Además, Buga dry se encarga de la formación, decoración e incluso, si el franquiciado lo requiere, la implantación de la franquicia mediante un proyecto llave en mano. Y una vez abierto el centro, la asesoría ante cualquier duda es constante. “Asimismo ofrecemos financiación para la maquinaría gracias a acuerdos preferenciales que tenemos con entidades bancarias. Facilitamos la adquisición de la maquinaria con un pago mensual fijo que permite al emprendedor disponer de su efectivo para otros usos”, detalla el director de expansión.
Montar este negocio completamente equipado solo requiere un local de alrededor de 50 m2 ubicado en zonas de paso. La inversión es de 45.200€ (más obra civil) para un centro domotizado con seis máquinas, que es el mínimo que la cadena recomienda para garantizar una buena rentabilidad. El canon de entrada está incluido en la inversión, la única obligación con la franquicia es un royalty mensual de 100€.