¿Qué inversión se necesita para poner en marcha uno de estos restaurantes?, ¿cómo tiene que ser el local?, ¿cuánto se puede facturar?
Abrir una franquicia Muerde la Pasta cuesta un mínimo de 500.000 euros, aunque la cifra varía según el estado del local. Una inversión elevada para un negocio que genera también facturaciones muy elevadas. Cada local de la cadena factura de media 2’5 millones de euros al año. En total, la compañía facturó 60 millones de euros en 2016, un 15% más que en el ejercicio anterior.
La elevada inversión para montar una franquicia Muerde la pasta se debe, en gran parte, a las peculiaridades de los locales: oscilan entre los 500 y 1.500 m2, cuentan con un aforo medio de 550 comensales y están enfocados para toda la familia, contando incluso con una gran zona de juegos para los niños.
Muerde la Pasta es una cadena de restaurantes formato buffet libre especializada en gastronomía italo-mediterránea: por un precio cerrado, el cliente puede comer todo lo que desee, bebidas, postre y café incluidos. Una propuesta que seduce al público: 4’5 millones de clientes pasaron el año pasado por alguno de los 24 restaurantes de la franquicia Muerde la pasta.
Con un modelo de negocio consolidado, Muerde la pasta ha pisado el acelerador de su expansión, combinando la apertura de locales propios y franquicias. Para ello seleccionan empresarios con capacidad para invertir, interesados en crecer de la mano de un gran grupo de restauración organizada y consolidado. Estos empresarios accederán a un negocio con amplios márgenes y las garantías que supone tener el respaldo de la empresa en todas las fases del negocio.
El objetivo de la franquicia es alcanzar los 30 restaurantes en el plazo de 12 meses.