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Lluis Llongueras nos revela las claves de su éxito

Franquicias & Negocios

Calidad, innovación y vanguardia son sus claves.

Lluis Llongueras pretende llevar sus salones a Estados Unidos y continuar su desarrollo en más países.

Desarrollarse sin prisa pero sin pausa. Bajo esta premisa, Lluís Llongueras ha logrado posicionar su marca en 12 países. Se inició en el mundo empresarial con 20 años cuando, con una buena idea bajo el brazo, consiguió el apoyo económico necesario para convertir su proyecto en realidad. Ahora, es uno de los peluqueros con más renombre de nuestro país.

Casualidad o destino. Lluís Llongueras, uno de los estilistas con más renombre de nuestro país, no sabe a ciencia cierta a cuál de estos dos factores atribuir su primer contacto con el mundo de la imagen: “Empecé trabajando de botones en la peluquería Can Dalmau, uno de los salones más pretigiosos de Barcelona en los años 50”. El ambiente de “elegancia, lujo y sensualidad” que se respiraba entre las paredes de aquel lugar cautivaron a un jovencísimo Lluís quien, a partir de ese momento, tomó la decisión de entregarse en cuerpo y alma al objetivo de embellecer a las mujeres.

Cómo nace una idea
Fuera como fuera, Llongueras ha logrado constituirse como un referente en el sector de la imagen, consolidando una red de más de 120 salones en 12 países, aunque confiesa que los principios siempre son duros. “Con 20 años ya tenía la idea de un proyecto que se materializó en un informe y un estudio económico exhaustivo que presenté al Banco Hispano Americano y al Banco Bilbao, quienes me concedieron un crédito de 300.000 pesetas y dieron así luz verde a mi propósito”.

Gracias a este apoyo económico, Lluís Llongueras inauguró su primer salón en 1958, en el que puso tanto empeño y dedicación como ha seguido haciendo a lo largo de su carrera, aunque antes, durante casi un año y media, hacia visitas a domicilio por tardes para crearse una cartera de clientes. Ahora, a sus 70 años, sigue repartiendo su tiempo entre sus grandes aficiones artísticas (la pintura y la escultura) y la dirección del grupo Llongueras.

Ante todo calidad
La marca Llongueras se ha desarrollado, mediante centros propios y franquiciados, sin perder por ello su sello de exclusividad. Para Lluis Llongueras “la calidad, la innovación y la vanguardia” son sus claves. Estar siempre a la última en técnicas  y tratamientos, y ofrecer a su clientela la máxima calidad en todos los aspectos, ha posibilitado que Llongueras se haya convertido en una de las principales firmas del sector.

Calidad en los tratamientos y en la atención al cliente. ¿Cómo se consigue? Para Llongueras la clave está en la organización y en la formación, en rodearse de los mejores profesionales. Y es por eso que la firma no da “nombre a cualquier proyecto”, como bien explica Lluís: “Llongueras recibe un gran número de propuestas de posibles franquiciados, pero la exigencia de nuestra marca nos obliga a aceptar sólo las peticiones respaldadas por los mejores profesionales”. Así, aunque podrían contar con muchos más centros, prefieren “desarrollarse con calma pero hacerlo bien”.
El apoyo del grupo para sus centros es constante. Cada uno de los salones Llongueras, tanto propios como franquiciados, están bajo el control periódico de los profesionales más destacados de su equipo, quienes visitan los establecimientos para que todos y cada uno de ellos, esté en constante formación y al día de todas las novedades.

De esta forma, la firma consigue mantenerse fiel a su filosofía, basada en “el Método Llongueras”; un sistema de atención totalmente personalizado que requiere, por un lado, entender las necesidades del cliente y, por otro, la capacidad de crear un ambiente de confianza para que el público se fíe de la opinión del profesional que le atiende. Y todo esto “ha de suceder en un contexto óptimo”. Es por ello, que los salones Llongueras buscan ubicaciones estratégicas y céntricas, y están organizados de tal forma que ofrecen todo lo necesario para que el cliente se siente cómodo.


Desarrollo controlado
Enmarcada en esa voluntad de ofrecer lo mejor, la firma Llongueras ha llevado a cabo una expansión de la que ha cuidado hasta el más mínimo detalle. “El desarrollo mediante franquicias nació en 1986 como idea y necesidad”, explica el responsable de la enseña. Convertirse en una firma de mayor proyección y ampliar sus perspectivas profesionales eran las expectativas de aquel entonces, aspiraciones que sin duda han alcanzado. En cuanto a la necesidad a la que hace referencia Lluís Llongueras, se trataba de dar respuesta a un importante grupo de profesionales de la peluquería que pedían colaborar con la firma en su ciudad en calidad de franquiciados. De este modo, la enseña empezó a construir una red que, en la actualidad, está presente en distintos países de todo el mundo como Argentina, Andorra, Japón, Suiza, Portugal, Italia, Uruguay, Venezuela o Santo Domingo. Ahora barajan implantarse en Estados Unidos.

Llongueras explica cuál es su reto: “No es sólo mantenernos, sino seguir avanzando en nuestra expansión dando a conocer nuestro método”. “Queremos –continúa Lluís– seguir consiguiendo con nuestras colecciones semestrales muchas portadas en revistas de todo el mundo; la apertura de nuevos salones y la ampliación de otros que por su éxito necesitan más espacio; así como también el aumento de ventas de los productos Llongueras, que están fabricados por el grupo Colomer en España, Portugal y Andorra”.  

Personalización
La exigencia del propietario de la cadena en el momento de realizar una nueva apertura es de sobras conocida. Para su desarrollo buscan personas dispuestas a cumplir con el nivel, calidad y servicio que demanda Llongueras.

El perfil que requieren para sus franquicias es el de peluqueros que cuentan con una experiencia mínima en el sector de una década, para que puedan garantizar un nivel medio alto en sus establecimientos. A los franquiciados se les exige también que conozcan a fondo el ‘Método Llongueras’. En caso contrario, se les imparte una formación intensa en la que abundan las nociones de psicoéstetica o lo que Llongueras define como “personalización del peinado”; se trata de adaptar el corte de pelo a la fisonomía del cliente, siempre de acuerdo con los patrones establecidos por Llongueras, para quien es fundamental la trayectoria del profesional y sus conocimientos en el momento de abrir uno de sus salones.
Además, el potencial franquiciado ha de disponer de un equipo de trabajo válido y dispuesto a prepararse profesionalmente en las técnicas y conceptos más vanguardistas. En definitiva, para Lluís “ha de aspirar a convertirse en una figura”.


Apuesta por los jóvenes
Este nivel de exigencia no es gratuito, lo requieren pensando siempre en sus clientes: “La mayoría de personas que acuden a Llongueras busca un plus de atención y servicio que sólo encuentra en nuestros salones y profesionales para renovarse y conseguir un estilo más actual, práctico y con el que se sientan más seductores”. El público de Llongueras incluye a todo tipo de personas aunque Lluís confiesa prestar una especial atención a sus clientes más jóvenes, ya que son los más arriesgados en sus estilos y además son los referentes de nuevas tendencias. Y pensando en las nuevas generaciones, una de las últimas apuestas de Llongueras se llama Fashion, un nuevo concepto basado en espacios abiertos que se integran en el paisaje urbano, en los que los clientes más jóvenes pueden renovar su imagen mientras toman algo o charlan con sus amigos.

Seguir su desarrollo
Aunque para Lluís Llongueras, “el sector de la peluquería goza de buena salud, ya que estar a gusto con uno mismo es un nuevo mandamiento de esta sociedad”, las mujeres acuden con menos frecuencia a los salones que hace unos años. La incorporación de éstas al mundo laboral y la falta de tiempo son factores determinantes en este nuevo escenario. Si antes su visita a las peluquerías era semanal, ahora van, como media, una vez al mes.  Pero, esta nueva realidad, no ha supuesto un freno para Llongueras, al contrario, ha servido a la firma para experimentar e innovar, de tal modo, que sus salones sigan siendo necesarios. Algunas de las estrategias de la firma se han apoyado en perfeccionar las técnicas y condensar el tiempo de los tratamientos. Para reducir el tiempo que se dedica a cada cliente, por ejemplo, Llongueras ideó en su momento el sistema de corte programado, con el que se consigue realizar el corte de pelo en menos de cinco minutos y que actualmente se aplica en todo el mundo.

Para Llongueras, el futuro pasa por aprovechar el momento y expandirse de forma controlada; estar presente cada día en más lugares, “manteniendo al mejor nivel las franquicias que llevan el nombre Llongueras”.