Charter, la cadena de supermercados que la cooperativa valenciana de distribución Consum explota en régimen de franquicia, mantiene un ritmo de crecimiento con una tendencia al alza cada vez más acusada.
Si este año, de acuerdo con las previsiones que maneja la propia empresa, la subida de las ventas se concretará en unos 58 millones de euros, -un 16% más que en el ejercicio precedente-, de cara a 2007 el aumento de la facturación será de un 20% al situarse en torno a los 68 millones.
En términos similares crecerán el número de tiendas y la cifra de inversiones directas: Consum espera abrir 20 nuevos Charters en 2007 frente a las 14 o 15 inauguraciones con las que cerrará este año, mientras que en materia inversora la suma pasará de 300.000 a 600.000 euros, una cantidad esta última que generará un desembolso inducido de 3 millones de euros, ya que hay que tener en cuenta que los franquiciados también realizan su propia aportación.
Los 127 supermercados que componen en la actualidad la red Charter de Consum encarnan un modelo de franquicia un tanto peculiar, con un perfil bien definido y que complementa la oferta global de la cooperativa valenciana de distribución. Se trata de establecimientos cuya superficie se sitúa entre los 250 y los 600 metros cuadrados. Están ubicados en localidades pequeñas o barriadas urbanas con poblaciones que no superan los 2.500 habitantes y que no cuentan con una estructura comercial demasiado desarrollada. Consum proporciona a las tiendas de Charter la misma gama de productos que está presente en sus supermercados, así como todo el aparato logístico, informático y publicitario con el que cuenta una firma de sus dimensiones.
Los franquiciados de Charter, debido a las características ya apuntadas de esta fórmula, proceden en un número nada desdeñable de las filas del pequeño comercio de barrio o de los viejos ultramarinos de pueblo, reconvertidos en establecimientos de corte más moderno y oferta más extensa.
Una misma filosofía
«De este modo estamos consiguiendo colaborar con el pequeño comercio al poner a sudisposición esta herramienta que, además, rompe con el estereotipo de la gran distribución como depredadora de los pequeños comerciantes», explicó a este diario el director de franquicias de Consum, Carmelo Morellá. La cooperativa y su filial franquiciada comparten la misma política de ventas e idénticas estrategias tanto promocionales como de sistemas de formación.
La fórmula impulsada por la cadena está ofreciendo buenos resultados tal como se desprende de las palabras de Morellá: «la verdad es que ahora mismo no damos abasto para atender todas las llamadas que recibimos interesándose por la franquicia Charter. Buena parte de nuestro crecimiento se basa en las recomendaciones que realizan los propios franquiciados, en el boca a boca».