La estrategia CSRD de medición, reducción y compensación de las emisiones de CO₂ por parte de las empresas europeas contiene una serie de iniciativas para hacer que, en 2050 Europa, la Unión Europea, alcance el ansiado nivel Cero de emisiones de CO₂.
Obviamente, el escenario va a exigir medición y certificación de la huella de carbono, así como la reducción y la compensación de las emisiones de todas las empresas europeas. Todo esto supondrá costes e inversión para nuestras empresas, pero también es cierto que el esfuerzo no será muy grande frente a los beneficios en la lucha contra el calentamiento global o el cambio climático. También hay un efecto beneficioso en las marcas europeas a la hora de competir ante consumidores que, cada vez más, se conciencian a la hora del consumo de productos que no sean grandes contaminantes.
Indudablemente, habrá efectos importantes en los mercados europeos, nuestras empresas tendrán que hacer inversiones, pero también se exigirá que las empresas de países terceros descarbonicen para poder entrar en nuestro mercado, también las de otros continentes.
El Parlamento Europeo y el Consejo de la UE el 16 de mayo de 2023 publicaron un Reglamento en el Diario Oficial de la Unión Europea que regula un Mecanismo de Ajuste en Frontera al Carbono (CBAM) que ya entró en funcionamiento en el otoño y ahora está en pleno funcionamiento en fase de transición para ser de exigencia terminante a finales del 2026.
Protección de la competitividad de las empresas comunitarias
El CBAM llega como parte del Pacto Verde Europeo (2020), que es el arma de la Comisión Europea para luchar contra el cambio climático. Este Pacto recoge medidas de control de polución, políticas sociales y acciones contra el cambio climático, sostenibilidad, reducción de emisiones de gas, eficiencia energética…
La UE ya tiene en fase voluntaria más de 50.000 empresas midiendo y compensando sus emisiones, invirtiendo para descarbonizar en función de ese Pacto Verde, en poco tiempo (2 años) todo esto ya no será voluntario, será obligatorio para esas 50.000 empresas y su incumplimiento conllevará sanciones.
La fábrica de embutidos tendrá nuevos costes, deberá abordar una estrategia de huella y compensación de CO₂. También será protegida contra la importación de productos cárnicos de países terceros. El CBAM protege a nuestras empresas frente a las importaciones de productos que no han registrado su huella de carbono ni compensan sus emisiones, luego podríamos decir que sus productos tienen menores costes de producción también por estas exigencias de la Unión Europea.
El CBAM es una tasa que tendrán que pagar los productos cárnicos de terceros países. Esta tasa a la importación afectará de forma directa a algunos sectores económicos que dependen para su funcionamiento de la importación de materias primas y que por consiguiente se le aplicará dicha tasa. El precio del arancel del carbono estará establecido en función del carbono que producen los materiales importados. Los importadores europeos deberán de este modo adquirir Certificados CBAM, que serán equivalentes al precio que se habría pagado si dichos bienes importados se hubieran producido bajo el reglamento europeo de precios del carbono.
Los sectores afectados por el CBAM
Este nuevo impuesto de la UE se aplicará principalmente sobre algunos sectores económicos considerados como los más contaminantes, tales como el del cemento, la electricidad, el hierro, el acero, el aluminio, el hidrógeno o los fertilizantes, la industria automovilística, pero también los de maquinaria, metalurgia, minerales no metálicos y el plástico.
Además de las consecuencias sobre la economía española, dentro de la propia Unión Europea, estados como Bulgaria, Irlanda y Grecia son los países que más dependen de productos no europeos en los sectores incluidos en el mecanismo. Así el 50% de las importaciones que realizan estos países se ven sometidas al nuevo impuesto.
Recoletos Consultores está desarrollando diferentes estrategias de medición, certificación, reducción y compensación de las emisiones de empresas clientes. Es importante ir adaptándose a un nuevo requerimiento que viene a una gran velocidad de implantación, que otorga a nuestros productos y empresas ventajas diferenciales y que, más pronto que tarde, serán exigencias normativas cuyo incumplimiento nos saldrá muy caro. Sin olvidar que estaremos con ello colaborando en la lucha contra el calentamiento global.