Innovación, investigación y desarrollo para la reducción de las emisiones con éxito, pero a un elevado coste de inversión, frente a una escasa optimización de la compensación mediante la adquisición de créditos de carbono RSC.
Con 2.818 millones de euros en exportaciones, España es el segundo país exportador del mundo y el quinto en producción, mientras que el impacto total del sector sobre la economía española equivale al 2,7% del PIB industrial español.
En el levante español, en Castellón, pero también en Sevilla, en Toledo o Galicia, los grandes industriales de la cerámica española han sido señalados como grandes emisores de gases efecto invernadero, autores directos del cambio climático y desastres naturales por el calentamiento global.
En el caso concreto de la Comunidad Valenciana y según el último “Balance de emisiones de gases de efecto invernadero del año 2022 de las instalaciones de la Comunidad Valenciana”, el sector cerámico es el mayor emisor de CO₂ de la Comunidad Valenciana con 2,49 millones de toneladas de carbono.
Medidas en la industria de la cerámica
Efectivamente, la fabricación de cerámicas se considera una industria intensiva en energía, basada principalmente en procesos de combustión y, por tanto, sujeta a políticas europeas encaminadas a reducir sus emisiones. La medición de sus emisiones trajo pareja una gran actividad en la búsqueda de nuevas tecnologías y mejoras de procesos para la reducción de las mismas. Algunas de las importantes medidas adoptadas son:
- Cambios en el diseño del producto
- Cambios en el proceso de fabricación
- Cambios en las fuentes de energía
Gracias a estas medidas, la Comisión Europea y sus expertos han concluido que el objetivo de reducción de las emisiones de carbono de la UE 2020 para esta industria se alcanza sin problemas con las tecnologías actuales. Pero lo que será casi imposible es seguir innovando y optimizando procesos para alcanzar el ambicioso objetivo cero neto con la reducción de las emisiones de CO₂ en la UE para 2050.
La optimización tecnológica y productiva ha alcanzado un punto de madurez y excelencia que implica que el sector esté en los valores mínimos alcanzables de emisiones de CO₂, con las tecnologías utilizadas. Mayores reducciones de emisiones de gases efecto invernadero solo serán posibles con relevantes cambios tecnológicos, aun en fase de investigación. Las empresas del sector cerámico están dispuestos a admitir los cambios de la normativa europea de emisiones, pero sin estar exentos de una gran inquietud.
Compensación de carbono el sector cerámico
La Unión Europea eximió a la industria cerámica del pago mediante unas asignaciones gratuitas de derechos de emisión que, aunque no cumplen nunca el total de las expectativas, siempre deben compensar una parte de las emisiones sin asignación con la compra de bonos de carbono. Es un mecanismo que mitiga el fuerte impacto en costes que significaría el correr con el 100% de sus emisiones.
Sin embargo, el disparado precio de los créditos de carbono, ha impactado fuerte en sus cuentas de resultados. Así, en 2020, el precio medio anual por una tonelada de CO₂ (1 bono) se fijaba en 24,75 euros, mientras que en febrero de 2021 alcanzaba ese bono 91,82 euros. Afortunadamente, el precio se ha moderado y hoy se encuentra ligeramente por encima de los 70 euros.
Si la reducción es una quimera con proyectos tecnológicos poco maduros, la compensación y la generación de créditos de carbono gozan de un fuerte desconocimiento por parte del sector empresarial en general. La legislación relativa al comercio de emisiones ha cambiado recientemente, y las modificaciones realizadas afectan directamente al sector cerámico, pues se prevé que más del 90 % de las empresas fabricantes de baldosas estarán afectadas por el sistema de compensación, compra y generación de bonos o créditos de carbono.
Proyectos de creación de bonos de CO₂
Los procesos de generación de bonos son grandes desconocidos. Mientras los avances tecnológicos no permitan avanzar en las reducciones, no queda otra forma para llegar al tan ansiado cero neto en tiempo y forma que hacer una optimización de la cartera de inversiones en créditos de CO₂ por los industriales del sector.
La solución para este escenario lleno de incertidumbre es una cartera que combine:
- Bonos del mercado regulado (Miteco)
- Bonos del mercado voluntario
- Bonos generados por las empresas o agentes del sector
Además, la generación de bonos de carbono mediante el apoyo ante desastres naturales como los incendios forestales, o mediante la puesta en valor de suelos agrícolas o ganaderos abandonados por la despoblación del campo, puede aportar un insight de marca importante, además de contribuir decisivamente a mitigar los costes de producción de las empresas.
Es muy interesante estudiar proyectos de creación de bonos que, además del beneficio directo de la compensación, nos permita impactar a bajo coste en nuestra marca y productos y ante nuevos públicos. Es una magnífica forma de avanzar en nuevos posicionamientos de nuestra marca.
En esto, contamos en Recoletos con un equipo propio de profesionales de la medición, la certificación, la reforestación, la comunicación… no olvidamos nunca que contarlo y darle visibilidad aporta un valor añadido gigante a la marca importante en todos los sectores y, en especial, en el de la cerámica, que es conocido como gran emisor de gases efecto invernadero.
Estamos en condiciones de abordar la compra de los bonos de carbono necesarios para la compensación de cualquier empresa de acuerdo con los más importantes agentes registrados oficialmente en el Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Contamos con los agentes necesarios para negociar los mejores precios para la adquisición de créditos de carbono en el mercado voluntario a los mejores precios y con total confianza. Podemos también estudiar proyectos de reforestación, cambio de uso y adicionalidad con una alta optimización de bonos de carbono en el corto y largo plazo.