Yves Rocher, pionera en apostar desde su fundación, hace más de 65 años, por la cosmética con un impacto positivo, sigue liderando la revolución de la BELLEZA RESPONSABLE.
Firmemente convencido de que las plantas eran esenciales para nuestro futuro, Mr. Rocher inició en 1959 el camino hacia un futuro más sostenible. Él sentó las bases de la belleza responsable y seis décadas después, el tiempo ha terminado por darle la razón a este verdadero visionario.
Cada uno de nosotros tenemos en nuestra mano la capacidad de detener el cambio climático con gestos cotidianos y la cosmética con la que nos cuidamos es uno de ellos.
CLAVES PARA IDENTIFICAR UNA MARCA RESPONSABLE
REDUCE EL CONSUMO DE PLÁSTICO
La normativa europea solo exige que durante este 2025 el 30% de los plásticos sean reciclados, pero Yves Rocher se adelantó a la restricción y subió la apuesta: desde 2023 el 100% de los envases que salen de sus fábricas son de PET reciclado y reciclable. Traducido a cifras, esto significa que la firma ahorra al planeta 2.700 toneladas de plástico al año. Unos datos a los que hay que sumar las 2.600 toneladas que se ahorran desde que, en el año 2006, fue pionera eliminando las bolsas de plástico de sus tiendas. El objetivo marcado para 2030 es limitar el peso de los envases para reducir en un 30% el uso de plástico.
LOS INGREDIENTES UTILIZADOS PROCEDEN DE AGRICULTURA RESPONSABLE
Ahora está muy extendida, pero fue en 1997 cuando Yves Rocher inició la reconversión hacia la agricultura ecológica. Un método de producción agrícola respetuoso con las plantas, los ecosistemas y las personas que, como indica la ONU, es el camino más adecuado hacia un futuro sostenible. Sus cultivos recibieron la certificación ecológica en 1999, y hoy la firma cultiva 60 hectáreas de terreno en sus cambios de La Gacilly, en Francia, utilizando la agroecología, con el objetivo de alcanzar las 110 hectáreas.
Una visión global del modelo agrícola en la que no sólo se estudia la planta y su producción, sino todos los ecosistemas que coexisten con ella para garantizar su armonía global. Los insectos, el suelo, los setos, pero también los seres humanos...
PROTEGE LA NATURALEZA DE MANERA ACTIVA
El compromiso de la firma creada por Mr. Rocher con el medioambiente es claro y rotundo desde su nacimiento.
Yves Rocher protege de manera muy estricta las plantas: no usa ninguna que aparezca en la Lista Roja Mundial de Especies amenazadas, sigue al pie de la letra el Convenio sobre la Biodiversidad Biológica y no utiliza plantas salvajes, sino sólo aquellas cultivadas o domésticas.
Además, cuenta con certificación UEBT (Union for Ethical BioTrade - Etiqueta de Abastecimiento Responsable), que demuestra su compromiso con que el aprovisionamiento de todos sus ingredientes naturales se realice respetando a las personas y la biodiversidad. Además, a través del programa “PlantForLife”, la Fundación Yves Rocher combate la deforestación plantando un árbol en el mundo cada 4 segundos y ya llevan más de 120 millones.
SUS PRODUCTOS SON BIODEGRADABLES
Hace ya cuatro años que eliminó todos los productos que aún contuvieran polímeros no biodegradables. Todas las fórmulas de Yves Rocher están validadas de acuerdo con su ratio de biodegrabilidad, y sólo se seleccionan y admiten aquellas con los mejores resultados.
AHORRA AGUA
Yves Rocher ya ha ahorrado un 30% de su gasto de agua. Sus botanistas y agrónomos reutilizan el agua de la lluvia para regar los campos y los invernaderos en los que se cultivan las plantas. Y en sus laboratorios se han instalado contadores para controlar el consumo de vapores en la fábrica.
PRIORIZA LA ENERGÍA VERDE
Hace ya años que apostó por fuentes de energía renovables. En la actualidad, toda la electricidad de las fábricas procede de energía eólica, hidroeléctrica y solar. Solo entre los años 2015 y 2017, logró reducir el gasto en un 10% y cuenta con el Premio Empresa y Medio ambiente del Ministerio de Ecología francés por su ejemplar gestión de las fábricas.
APUESTA POR LA INDUSTRIA LOCAL Y POR UNA DISTRIBUCIÓN RESPONSABLE
El 93% de los productos Yves Rocher se elaboran en las fábricas de La Gacilly, un compromiso histórico que se refuerza invirtiendo para que el territorio que vio nacer a su creador sea ejemplar desde el punto de vista social y medioambiental.
Además, son pioneros en una industria innovadora y sostenible baja en carbono: desde 2019 se han reducido las emisiones de carbono en un 50% y para 2030 se habrá alcanzado una reducción del 75% gracias a la cooperación con los actores locales, agricultores, ayuntamientos, socios industriales.
Yves Rocher trabaja también desde hace varios años para reducir la huella medioambiental de la distribución. A partir de septiembre de 2023 en Francia y Canadá, y posteriormente en junio de 2024 a escala internacional, la marca ha ido reafirmando su compromiso en una mejora continua del impacto medioambiental de sus tiendas. Limitan la presencia de plástico en su diseño, apostando por el kraft, un material reciclado y fácilmente reciclable, y por el bambú. Con estos materiales se crean soportes que responden a criterios de ecodiseño basados en la reducción de materiales vírgenes, la reciclabilidad, la modularidad y durabilidad.