Vehículos industriales, furgonetas, minibuses de nueve plazas y turismos forman parte de su flota, moderna y perfectamente operativa.
Francisco A. Lucas, José David Escarramán y Daniel Cañero son el trío fundador de Telefurgo, empresa referente en su sector que, tras testar su concepto de negocio con un éxito incontestable, salta ahora al sistema de franquicia con el claro objetivo de satisfacer las necesidades de sus clientes con eficiencia y profesionalidad. Nadie mejor que ellos para hacerlo, ya que su empresa nació a raíz de sus propias demandas como usuarios. Su competente servicio a domicilio de entrega y recogida de vehículos está perfectamente dispuesto para sembrar la semilla de una red que anima a los emprendedores a unirse a un proyecto factible y de futuro, una fantástica opción para desarrollarse personal y profesionalmente.
Vehículos industriales, furgonetas, minibuses de nueve plazas, turismos... una oferta global, una flota moderna que dispone de todos los certificados necesarios y se presenta perfectamente operativa para ofrecer un servicio de total calidad, que encuentra en la puntualidad y la fiabilidad dos de los grandes puntales que reconocen a Telefurgo sobre la competencia. Emprendedores dinámicos, con ilusión por embarcarse en este proyecto, dispuestos y seguros de sí mismos, son bienvenidos a la familia que ahora nace. Los objetivos a priori pasan por la consolidación en todo el territorio nacional, encontrando en la ampliación de su oferta –a través de la posibilidad del renting y la incorporación de vehículos isotermos y frigoríficos- la fórmula ideal para situarse de cara al cliente como la mejor opción para garantizar la completa satisfacción de sus necesidades.
Para formar parte de la familia de Telefurgo se requiere una inversión aproximada de 350.000 euros, con un canon de entrada de veinte mil y un royalty del cinco por ciento sobre la facturación. No es necesario un local excesivamente amplio –cuarenta metros cuadrados bastan-, aunque es imprescindible disponer de un mínimo de plazas de aparcamiento; no hay canon de publicidad –el soporte corre a cargo de la Central-, y la duración del contrato es de cinco años renovables.