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El diagnóstico de franquiciabilidad de tu negocio

Franquicias & Negocios

¿Está  pensando en la franquicia como fórmula de expansión de su negocio? ¿Se ha planteado si es el modelo de crecimiento idóneo para su actividad? Todo negocio es expandible, pero para alcanzar un crecimiento exitoso se debe elegir la mejor forma de crecimiento. No existen unos parámetros firmes para asegurar que se alcanzará el éxito, pero sí criterios que pueden facilitar la elección. Toma nota antes de dar el primer paso para lanzarte al mercado: determina si tu negocio cuenta con potencial suficiente para ser franquiciado con éxito.

Todo negocio es expandible. Partiendo de esta premisa, se ha de saber que no todo negocio es franquiciable o, por lo menos, no todos los proyectos de franquicia cuentan con unos mínimos que garanticen, en cierta medida, éxito comercial.  Cuando un empresario decide expandir su concepto y piensa en la franquicia como una estrategia de crecimiento, lo primero que debe hacer es analizar si cuenta con un negocio consonante a esta fórmula o si es mejor pensar en otras opciones, porque todos los negocios pueden crecer y existen muchas maneras de hacerlo; se trata de encontrar la estrategia que mejor se adapte a cada negocio. Existe una serie de criterios que, aplicados a la actividad que se analiza, ayudan a descubrir si estamos ante un proyecto de franquicia; si cuenta con cualidades para ser exitoso o si, por el contrario, es mejor pensar en otras fórmulas de crecimiento.   

-Negocio rentable y probado
Para que un negocio tenga éxito creciendo mediante unidades franquiciadas es fundamental que el concepto esté probado; que el franquiciador haya adquirido experiencia en el sector y en la gestión del negocio. Este conocimiento es el que permite al franquiciador crear el Know-How del negocio, que más tarde transmitirá a sus franquiciados. Y como cualquiera que apuesta por una actividad propia busca una rentabilidad con ella, no es posible expandir un negocio que no tenga beneficios, ni mediante franquicias ni mediante cualquier otra fórmula.

-Know-How específico
La franquicia se caracteriza por transmitir al franquiciado un método de explotación, que es denominado Know-How o saber-hacer, elemento que diferencia a la empresa y le permite ser competitiva en el mercado. Junto a la marca, el Know-How es uno de los activos más importantes de los que debe disponer el franquiciador. El saber-hacer lo componen el conjunto de conocimientos prácticos, que permiten al franquiciado conocer la base del éxito empresarial del negocio para reproducirlo en otra zona. El Know-How se cede al franquiciado en el acuerdo de compra de la franquicia. Aunque la fórmula de la franquicia no elimina totalmente el riesgo que supone poner en marcha un negocio, el saber-hacer ayuda a reducirlo de forma importante. El Know-How de una cadena es el conocimiento que el franquiciador ha adquirido al frente de la actividad y supone el tiempo, esfuerzos y sacrificios que ha empleado para demostrar que un negocio es rentable y tiene éxito.

-Know-How transmisible
El Know-How no sirve para nada si no puede ser transmitido a otras personas. Un negocio franquiciable ha de contar con un formato sistematizado y con un Know How que sea fácil de transmitir, de forma que un individuo no relacionado con la actividad, y que no provenga del mismo sector, pueda aprender de manera ágil en qué consiste el negocio y cómo gestionarlo. Es básico pues que la empresa tenga o adquiera la capacidad de transmitir su Know-How de forma sistemática a través de programas de formación, manuales de operaciones, etc. En este punto, resulta imprescindible un Manual de Operaciones eficaz; El Manual de Operaciones facilita que todas las partes que integran una red operen del mismo modo, se orienten a los clientes de manera homogénea y se pueda, por lo tanto, crear marca. El franquiciador debe trabajar su Know How de forma que cada vez sea más sólido, transmisible y seguro.

-Imagen y marca
Es requisito indispensable poseer el registro de la marca del negocio para franquiciar. Además, en franquicia cuenta mucho la imagen corporativa de una cadena. Una imagen atractiva genera notoriedad en el mercado y atrae tanto a clientes como a franquiciados. La principal función de la imagen corporativa es generar uniformidad entre todas las unidades del negocio, lo que el cliente asociará a la marca del establecimiento, uno de los principales activos con los que cuenta una franquicia. Y, por otro lado, genera interés a emprendedores e inversores, quienes se verán influidos positiva o negativamente según sea ésta.

-Ofrecer apoyo a la red
Para cualquier franquiciado es fundamental recibir de la central el apoyo que necesita para generar negocio. Al fin y al cabo el franquiciado compra un conocimiento y una asistencia para tener éxito en su negocio y, como cualquier emprendedor, empieza su actividad desde cero. La oficina central debe ser capaz de formar y asistir al franquiciado, además de inicialmente, durante toda la actividad de éste, tanto en los métodos operativos, soporte  en la gestión del negocio, contabilidad, marketing, ventas, legislación, práctica en el día a día, como en cualquier otro aspecto que se considere clave. Al principio es necesario llevar de la mano a los franquiciados y, una vez arrancado el negocio, ayudarles con las herramientas necesarias para que gestionen sus centros con éxito. El soporte que el franquiciador presta a sus franquiciados debe ser efectivo.

-Medir las inversiones y la rentabilidad de franquiciar
Expandir un negocio, tanto con franquicias como con otras fórmulas, requiere de inversión por parte del empresario. Es falsa la idea que expandir franquiciando no cuesta dinero. Por lo tanto, es recomendable medir las inversiones y rentabilidades que exigirá la estrategia de expansión que se elija. Además, cuando hablamos de franquiciar, debemos plantear una fórmula que sea negocio para las dos partes que suscriben el acuerdo: franquiciador y franquiciado. De lo contrario, es mejor no seguir adelante. Para el franquiciador debe ser financieramente atractivo invertir en el desarrollo de una cadena, crear la estructura necesaria para ello, formar a sus franquiciados, dar soporte continuado a su red, etc. Al mismo tiempo, para el franquiciado debe resultar rentable pagar la franquicia y gestionarla. El primer paso en este sentido pasa por medir las inversiones y los costes del proyecto de ambas partes, y estudiar de qué manera puede ser una inversión interesante tanto para el franquiciador como para el franquiciado.  

-Ventajas competitivas y economías de escala
Las ventajas competitivas son los aspectos diferenciales de un negocio, los que lo hacen único y los que harán de él una actividad atractiva para los franquiciados. Toda cadena de franquicias, como opción de inversión, compite con otras alternativas en el mercado, luego contar con ventajas competitivas ayudará a expandirse más rápidamente. Por otro lado, alcanzar economías de escala es un punto clave para todo franquiciador. El primer paso consiste en asesorarse de cómo conseguirlas y, más tarde, aplicarlas a la cadena para disfrutarlas con el tiempo. Las economías de escala facilitan al franquiciador reducir los costes a medida que aumenta su número de franquiciados, sin bajar y hasta incrementar el nivel de servicio y asistencia a la red; obteniendo como resultado una cadena más competitiva, sólida y rentable. 

-Estabilidad empresarial
El franquiciador debe querer desarrollar su negocio, sentirse motivado y contar con las condiciones adecuadas para hacerlo. La estructura de la empresa debe apoyarse sobre unas bases firmes, en cuanto a personal, gestión, etc. En el ámbito económico, el franquiciador debe contar con los recursos suficientes para establecer y desarrollar una operación rentable. Tener deficiencias económicas puede forzarle a apostar por cualquier franquiciado que se interese en la franquicia aunque no cumpla con el perfil. El franquiciador debe tener libertad para escoger a sus franquiciados sin presiones económicas. Superadas las etapas iniciales de desarrollo, la red podrá autofinanciarse con las aportaciones de los franquiciados, pero es importante contar con un colchón económico para hacer frente a los primeros años de expansión.
 
-Conclusión
Todos los negocios son expandibles. La estrategia idónea a seguir depende del negocio y vale la pena estudiar cuál es para emplear la mejor opción. De entre todas las estrategias, la franquicia se erige como la mejor fórmula de crecimiento si encaja con el negocio a ser expandido. Trabajar con un diagnóstico previamente elaborado por profesionales del sector evita el gran riesgo de probar y fracasar en el intento. La mayoría de negocios necesitan ajustes antes de dar el gran paso y que el proyecto sea sostenible a largo plazo. Si no lo es, pueden captarse franquiciados pero no se conseguirán beneficios. No es muy complicado gestionar una red de franquicias, aunque hay que tener en cuenta que la frontera entre una buena y una mala gestión es fina. Contar con ayuda profesional puede decantar la balanza hacia un lado u otro.

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Existe una serie de criterios que, aplicados a la actividad que se analiza, ayudan a descubrir si estamos ante un proyecto de franquicia; si cuenta con cualidades para ser exitoso o si, por el contrario, es mejor pensar en otras fórmulas de crecimiento.

El Know-How lo componen los conocimientos prácticos, que permiten al franquiciado conocer la base del éxito empresarial de un negocio para repetirlo en otra zona, y reduce el riesgo de la puesta en marcha de su actividad.

Expandir un negocio, tanto con franquicias como con otras fórmulas, requiere de inversión por parte del empresario. Por lo tanto, es recomendable medir las inversiones y rentabilidades de la estrategia de expansión que se elija.

Trabajar con un diagnóstico previamente elaborado por profesionales del sector evita el gran riesgo de probar y fracasar en el intento.