La estadounidense Dunkin Donuts, que en España se ha rebautizado como Dunkin Coffee, quiere convertir su filial en la punta de lanza de su negocio en Europa.
Para conseguirlo, la cadena de rosquillas y café abrirá 50 establecimientos en Madrid en los próximos cinco años. No se trata de locales propios, sino que los abrirá a través de un solo franquiciador: Negocios de la Restauración del Sur, el mismo con el que operará en 46 tiendas de Andalucía.
A finales de 2007, la estadounidense contaba con 29 locales. Este año tiene previsto abrir otros 28 y alcanzará los 210 en 2013. Junto a Madrid, la principal área de expansión de la cadena será Levante, donde abrirá 84 tiendas a través de Franquicias Eivissa. A partir de ahora, la compañía buscará nuevos socios para implantarse en el norte de España, Canarias y Portugal. En Europa, también está presente en Alemania, Bulgaria o Turquía y mira a los países del Este como futuro mercado.
El máximo responsable de Dunkin Coffee en Europa y Centroamérica, Michael Cortelletti, presentó ayer los planes de la compañía tras un año marcado por la ruptura de su joint venture con Panrico. El fabricante de bollería tiene la patente en España y Portugal de la marca Donuts, por lo que Dunkin ha tenido que renovar sus establecimientos y abandonar la enseña con la que opera en el resto del mundo.
Cada local alcanzó en 2007 unas ventas de 350.000 euros (tras crecer un 15%). De esa cifra, el 5% corresponde a Dunkin y el 95% al franquiciador, quien responde de las inversiones (entre 80.000 y 100.000 euros por local).
La unión de Dunkin y Panrico duró desde 1995 hasta 2007. Sin embargo, la estadounidense no estaba satisfecha con la evolución de la actividad. 'La calidad de las rosquillas ha pasado de ser una de las peores a una de las mejores', asumía Cortelletti. El responsable de Dunkin no responsabiliza a Panrico de la negativa evolución del negocio, sino que reconoce una 'mala gestión' por parte de ambos socios. 'Nosotros propusimos a Panrico tener la gestión y aportar nuestra experiencia y ellos pensaban que esta actividad no era parte de su negocio', afirma, 'éramos nosotros quienes podíamos solucionarlo'.
Un café 'barato' de consumo diario
'No es que nosotros seamos baratos, es que los demás son muy caros', aseguraba ayer el director general en España de Dunkin Coffee, José María Carrillo. La cadena norteamericana quiere diferenciarse de competidores como Starbucks vía precio. 'Tú, como persona media, no puedes tomar una café de 3,50 euros todas las mañanas, pero sí uno de 1,05 euros, ése es un precio razonable', opinaba el máximo responsable de la filial europea. La estadounidense señala que sus cafés cuestan entre 1,05 y 1,25 euros, mientras las rosquillas se comercializan por 1,10 euros. 'Queremos mantener el liderazgo en precio, pero no puedo garantizarlo', apuntaba Cortelletti ante la reciente alza de precios de las materias primas.