En este artículo el equipo de FDS reflexiona sobre los motivos típicos.
Atendiendo al complejo entramado de obligaciones que derivan del contrato de franquicia, tanto para el franquiciado como para el franquiciador, podemos afirmar que existen numerosas causas por las que un franquiciado podría demandar a un franquiciador ante un incumplimiento de éste. Por ello, nuestro objetivo es presentar al lector un sencillo esquema a través del cual pueda identificar qué incumplimientos del franquiciador pueden llegar a provocar la ruptura definitiva de la relación contractual.
De esta forma, distinguimos dos acciones diferentes que el franquiciado podría iniciar con el objeto de obtener un pronunciamiento judicial que declare la extinción del contrato de franquicia:
1. Acción solicitando la declaración de nulidad del contrato de franquicia.
Debemos ocuparnos en primer lugar de la acción de nulidad del contrato, por ser la más grave, puesto que si el Juez declara la misma, se habrá de entender que el contrato no ha existido nunca. Así, como consecuencia de la declaración de nulidad del contrato, franquiciado y franquiciador deberán restituirse todas las contraprestaciones que se entregaron en cumplimiento del contrato. En concreto, la declaración de nulidad conllevará, entre otras, la obligación del franquiciador de devolver al franquiciado el canon de entrada. La acción de nulidad se puede basar fundamentalmente en dos motivos:
- Porque existen vicios del consentimiento. En este caso el franquiciado basa su demanda en el hecho de que al momento de firmar el contrato, su voluntad de contratar se encontraba viciada por un error que ha sido inducido de forma intencionada por el franquiciador. En este tipo de demandas el franquiciado alega que la información precontractual que el franquiciador le ha facilitado (a través del Dossier Informativo o documento similar) no es real y que, por tanto, su consentimiento estaba viciado.
- Inexistencia del know-how. La otra causa habitual por la que un franquiciado solicita la declaración de nulidad del contrato de franquicia se basa en la inexistencia de un know-how o Saber Hacer Comercial. Es decir, en este tipo de demandas el franquiciado intenta argumentar que el franquiciador no le ha transmitido un conocimiento sustancial e identificable sobre el sistema de comercialización de productos o servicios y de gestión de la actividad. Es muy importante señalar que la transmisión del know-how se materializa en la práctica a través de la entrega del Manual de Operaciones y de la Formación que se imparte al franquiciado.
Es lógico pues, que si un franquiciado abona un canon de entrada como contraprestación al know-how o Saber Hacer Comercial propio del franquiciador y no se le transmite nada, el contrato carece de un elemento esencial sin el cual el contrato de franquicia no se habría celebrado.
2. Acción de resolución del contrato de franquicia.
A diferencia de la declaración de nulidad que veíamos en el epígrafe anterior, en estos casos el franquiciado solicita al Juez que declare la resolución del contrato de franquicia por incumplimiento de las obligaciones del franquiciador.
Así pues, si el Juez estima la demanda del franquiciado, primero apreciará que el franquiciador ha incumplido alguna de sus obligaciones y después declarará resuelto el contrato. Es muy importante aclarar a este respecto, que la resolución no conlleva el considerar que el contrato no ha existido nunca (como ocurría con la nulidad), sino que el contrato es válido desde un principio, y sólo perderá su vigencia desde el momento en que se verifique que existen incumplimientos del franquiciador.
La resolución del contrato por incumplimiento, podría conllevar, entre otras, la obligación del franquiciador de devolver al franquiciado la parte del canon de entrada que proceda, pero no todo, pues mientras el contrato estuvo vigente el franquiciador transmitió su Know-how, licenció su marca o cedió una zona de exclusiva al franquiciado durante un periodo de tiempo determinado.
Por ello, el Juez deberá determinar qué parte del canon de entrada se devuelve al franquiciado atendiendo al plazo en que el contrato estuvo en vigor y a los conocimientos que el franquiciador transmitió al franquiciado durante ese periodo.
Las causas o incumplimientos contractuales en los que el franquiciado podría basar su demanda se pueden identificar, a modo de ejemplo, con las siguientes:
- Que el franquiciador no preste al franquiciado asesoramiento técnico y comercial continuo necesario para el buen funcionamiento del negocio.
- Que el franquiciador, recibiendo un canon o fondo de publicidad del franquiciado, no reinvierta el mismo en acciones publicitarias para dar a conocer la Red o el establecimiento del franquiciado.
- Que el franquiciador no imparta al franquiciado la formación inicial y continua para dar a conocer al franquiciado y a sus empleados conocimientos sobre el funcionamiento general del negocio.
- Que el franquiciador no respete la zona de exclusiva concedida al franquiciado.
- Que el franquiciador no cumpla con su obligación de suministro de los productos o servicios, produciendo el desabastecimiento del establecimiento del franquiciado.
En general, se pueden considerar causas de resolución del contrato de franquicia, todos aquellos incumplimientos imputables al franquiciador que perjudiquen el buen funcionamiento del punto de venta o establecimiento del franquiciado.
Conclusión
Por todo lo anterior, debemos remarcar la importancia que tiene que el franquiciador cuente tanto con las herramientas que necesita para poder cumplir el contrato (Dossier Informativo, Manual de operaciones, Formación definida...) como con un buen asesoramiento técnico y jurídico que le permita dejar constancia documental de los cumplimientos e incumplimientos.
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