Triunfar con un negocio de restauración es ya posible gracias a la franquicia Lizarran que ha hecho de los pintxos y tapas una actividad de éxito de baja inversión y recuperable en una media de 2,5 años. ¡Conoce cómo conseguirlo!
Al convertirte en franquiciado de Lizarran estarás al frente de un establecimiento de éxito, muy sencillo de operar, que funciona para ser rentable. El secreto es racionalizar, profesionalizar y simplificar algo tan arraigado como son los bares y el tapeo. Para ello, el franquiciado de Lizarran recibe la mejor formación y el apoyo constante de la central, además de un reciclaje que le permite estar al tanto de las novedades de la enseña. El fin de todo esto es mantener la imagen de marca y sostener la rentabilidad del negocio. Así todos se beneficiam ya que son los pequeños detalles que hacen un gran negocio. La inversión necesaria por parte del franquiciado es de 90.000 euros que desde la central ayudarán a maximizar. LIZARRAN ha logrado la manera de combinar de manera rentable la restauración tradicional y la moderna.