Francisco Domingo Urbaneja Perez y Albert Camps Llaurado han cumplido 10 años de franquiciado con su taberna de Cambrils, en la provincia de Tarragona, y han renovado el contrato por otros tantos, demostrando así que “este concepto de negocio es diferente, para todo el mundo y muy acogedor en su manera de trasmitir y vender”.
Lizarran logra combinar de manera rentable la restauración tradicional y la moderna. El secreto es racionalizar, profesionalizar y simplificar algo tan arraigado como son las tabernas y el tapeo. Para ello, han creado una compañía moderna y renovada, donde aspectos como marca, dinamismo y rentabilidad han adquirido principal protagonismo en el empeño de crear cada vez más valor para su red de franquicias. La franquicia Lizarran, pinchos, tapas y mucho más, líder absoluto en el sector del tapeo y en la rica gastronomía del norte, celebra la renovación como franquiciados de uno de sus establecimientos más carismáticos en la localidad catalana de Cambrils.
Francisco Domingo Urbaneja Perez y Albert Camps Llaurado decidieron establecerse como franquiciados sin contar con experiencia previa en restauración. “Fue una decisión muy clara hace diez años, nos llamo la atención el concepto de negocio desde el momento de conocerlo en la feria de la franquicia en barcelona. Posteriormente, nos dimos cuenta que era un negocio diferente, para todo el mundo y muy acogedor en su manera de trasmitir y vender”, explican ambos socios.
Los comienzos fueron difíciles como en cualquier negocio en el que se empieza de cero pero la ayuda de la central fue muy importante. “Fue un aprendizaje continuo durante unos meses pero debemos destacar la ayuda e infraestructura de la marca, desde el apoyo humano a la gestión. Hoy, me doy cuenta que la cercanía de la enseña con nosotros hizo que pudiéramos superar cualquier obstáculo”, afirma Francisco Domingo que también alaba la restauración de su cocina, “nuestra clientela ha sido muy fiel a una serie de pintxos clásicos".