Alfa Inmobiliaria, red de comercialización de bienes inmuebles, promoverá el arbitraje privado en el sector inmobiliario, a través de su red corporativa de más de 500 oficinas, según un convenio de colaboración al que ha llegado con la Asociación Europea de Arbitraje de Derecho y Equidad-AEADE.
El convenio prevé promocionar el sistema arbitral propiciado por AEADE como sistema de resolución de conflictos en el sector de la intermediación inmobiliaria, arrendamientos urbanos, compraventa y arras y sector franquicias, entre los clientes y asociados de Alfa Inmobiliaria. Asimismo, Alfa Inmobiliaria y AEADE han acordado recomendar la adhesión al arbitraje de consumo de las empresas en aquellos contratos en los que sean parte un consumidor y una empresa o profesional.
En virtud de este acuerdo, los principales beneficios que obtienen los clientes de Alfa Inmobiliaria al resolver sus controversias por medio del arbitraje privado de AEADE son las siguientes:
Rapidez: El laudo que dicta el árbitro se obtiene en un plazo de entre 20 y 25 días (tiempo muy inferior a los más de 8 meses que tardan en dictarse las sentencias judiciales).
Económico: AEADE sólo solicita provisión de fondos por una parte de sus honorarios. La parte que incumple el contrato paga, por regla general, las costas arbitrales. No es obligatorio ir asistido de abogado y representado por procurador.
Eficacia: Por un lado se reducen en más de un 30% los conflictos derivados del contrato y, por otro, el laudo equivale a una sentencia judicial, con la misma eficacia que ésta.
Flexibilidad: Las partes tienen la posibilidad de llegar a acuerdos durante el procedimiento arbitral. El 70% de los procedimientos arbitrales de AEADE de desahucio por falta de pago de rentas ha terminado con acuerdo de propietario e inquilino o se han consignado las rentas.
El arbitraje de AEADE ha demostrado ser una excelente manera de solucionar cualquier tipo de problema que pueda surgir entre propietario e inquilino, desde el impago de la renta hasta quién debe pagar determinado gasto. Para poder recurrir al arbitraje es indispensable que se haya contemplado esta posibilidad en el propio contrato de arrendamiento o en documento anexo.